lunes, 18 de febrero de 2013

Top 10 - Juegos de conducción

No me refería a este tipo de conducción...
Odio los videojuegos de conducción. Se supone que un videojuego es algo con lo que entretenerse, y un juego de conducción no cumple con ello. Entre que eliges el vehículo, te adaptas a su manejo, te aprendes los circuitos y lo mejoras y/o consigues vehículos mejores ya me he dormido. Por no hablar de los juegos más realistas, en los que tienes el acelerador pulsado indefinidamente en las rectas, sin esquivar peatones ni nada. Me aburro solo de pensarlo. 

Pero yo soy alguien al que le gusta probar de todo, ya sea en el cine, en la música, o en el caso que nos ocupa, los videojuegos. De vez en cuando (muy de vez en cuando) descubro algún juego de conducción que me engancha, ya sea por lo espectacular que es, su banda sonora o lo divertido que resulta para jugar con amigos. Veamos cuales son mis favoritos:

10. Pure


Por recomendación insistente de un amigo, y por verlo a 4 perras en un GAME, me lo acabe comprando. Me sorprendió sobre todo lo espectacular de sus paisajes, los cuales son desde maravillosos bosques a grandes desiertos. 

El control de nuestros ATV es espectacular, sobre todo gracias al buenísimo editor. Además de poder cambiar el diseño del ATV, las ruedas, el color y demás mariconadas; también podíamos tunearlo cambiando altamente su rendimiento en la pista. Por ejemplo, para un circuito con muchas curvas necesitábamos un ATV con un gran agarre y mucha aceleración, y para un circuito donde los saltos son más importantes necesitaríamos uno más ligero y con más velocidad punta. 

Pero lo que hace que de verdad me guste este juego, son las acrobacias. Además de rellenar el turbo, nos servía para faltar el respeto a los rivales, algo que mola, y mucho.

 
9. Burnout Paradise


Un jodido laberinto, eso es este juego. Una ciudad enorme, una infinidad de rampas y saltos donde veremos algunas de las escenas más espectaculares de esta generación. 

Las carreras se hacían en la misma ciudad, en la cual se podían hacer dos cosas: seguir el camino que te recomendaban (mediante unas señales que requieren unos reflejos de jedi) o ir por donde te salga de los huevos, ya sea yendo por atajos o simplemente por otro camino. Puede parecer una tontería, pero aprenderse la ciudad de memoria es tan importante como saber meter el juego en la consola. 

Destacar la banda sonora, la cual es un poco... rara. Canciones legendarias como “Epic” de Faith no more o “My Curse” de Killswitch Engage aparecen, pero también otras como “Girlfriend”, de la polémica (y maciza) Avril Lavine, pasando por grandes obras de música clásica (si, música clásica). 


8. Motorstorm: Artic Edge



Con una solvencia increíble, la saga se adaptó en PSP de una manera espectacular, tanto gráficamente como jugablemente. No sólo vemos la enorme diversidad de vehículos del original, sino que incluso hay más. Tal vez, lo único de lo que me puedo quejar es de su escaso número de circuitos, algo que desgraciadamente es común en la saga. 

Pero si hay una cosa buena, es la banda sonora. Motorhead, Bullet for my valentine, Pendulum, The Prodigy, Radiohead, The Chermical Brothers… Simplemente alucinante, las espectaculares imágenes del juego se conjugan a la perfección con esta cañera banda sonora. 


7. Mario Kart Super Circuit


Saga legendaria en los arcades de conducción, siendo el primer juego de este tipo y seguramente el más importante en la historia de dicho género. Gracias a este juego, quedar primero dejó de ser lo importante para tener una mayor importancia joder al rival. ¿Qué hay más bonito que esto? 

Elijo esta entrega por ser la versión definitiva del original de Super Nintendo. La molesta pantalla donde se veía las posiciones de los rivales desaparecía, cosa que se agradece. Los circuitos dan ahora una mayor sensación de velocidad, y están mejor diseñados para repartir hostias. Todo esto es algo que se pierde en las entregas en 3D, a las cuales siempre les he tenido una manía especial, aunque nunca he sabido explicar el porqué. 

 
6. Revolt


En mi juventud, el dinero era muy limitado. Ahora aún más, pero tengo internet, y en internet menos coca-colas puedo conseguir de todo. En mi época juvenil prácticamente sólo jugaba al PC con los juegos que regalaban en las revistas videojueguiles de la época. Cuando una vez regalaron este juego pensé “menuda mierda, un juego de coches, con lo que los odio”. 

Pero por alguna razón (seguramente la falta de porno) me instalé el juego, y joder, que cosa más adictiva. El control era muy raro, incluso diría que malo. Los escenarios eran simplones, aunque de diseño simpático. La diversidad de coches limitadísima. Por no hablar de los escasos modos de juego. Pero aún así, este juego enganchaba lo suyo. 

La razón era simple: eran coches teledirigidos. En lugar de manejar maquinas que alcanzan los 100 km/h en 2’3 segundos, controlabas unos bichos que rara vez corrían más que yo mismo. En lugar de conducir en lujosos circuitos, los circuitos eran una casa o una calle, teniendo que esquivar sillas y cubos de basura. Y el control es una delicia cuando te acostumbras. 

Si no eres aficionado a los juegos de conducción, este juego es muy recomendado si quieres jugar a alguno, más simpaticón imposible. 
 
 
5. Need for Speed Hot Pursuit II


Este es el único juego “realista” del top, al menos en el manejo del coche, ya que chocarse a 200km/h contra un pared y ni tan siquiera volcar significa que muy realista no es. A favor a este juego decir que tiene unos escenarios preciosos y una banda sonora buenísima, siendo “Flever to flava” una pedazo de canción que hay que escuchar al menos una vez en la vida.

La razón por la que me gusta este juego es muy simple: las persecuciones. Si juegas con un amigo, y os turnáis para ser el delincuente y el policía os esperan unas cuantas tardes donde los piques, las risas y los “bua tío, que espectacular” serán constantes.


4. Motorstorm


El primer juego al que jugué de PS3, y en un principio no me gustó nada. “No paro de chocarme, menuda mierda” pensé. Una vez que tuve la PS3, me descargué la demo, “total, es gratis” pensé, y vi un juegazo increíble. 

La variedad de vehículos es abrumadora, siendo casi un juego distinto cada vez que cogemos una moto y luego un camión. Simplemente espectacular el manejo de todos los vehículos. Si a eso le sumamos los increíbles gráficos, los espectaculares (aunque vacíos) escenarios y la heroína jugable que es este juego tenemos en Motorstorm el mejor juego de conducción de esta generación. 

Al igual que en su entrega portátil, la banda sonora es buenísima, habiendo temazos como “Breed” de Nirvana o “Before & Foget” de Slipknot, redondeando el producto como un juegazo. 


3. Burnout Revenge


Aunque no fue la última entrega  de las consolas de 128 bits, esta es en mi opinión la entrega definitiva de la saga: takedowns, saltos espectaculares, escenarios con un diseño desgarrador, velocidad diabólica, gráficos de infarto, larguísimo, y por supuesto, Takedowns verticales y explosivos, siendo estos una de las cosas más espectaculares que han salido de mi querida PS2. 

Y por encima de todo, la banda sonora. Objetivamente, no es la mejor de la saga, pero esos temas de Post Harcore, Harcore Punk, Metal alternativo o Heavy metal moderno son alucinantes. Aunque no te guste este juego, si te gusta el metal y/o el rock debes escuchar la banda sonora de este juegaco.


2. Crash Team Racing


Un juego hecho para perder tardes. ¿Por qué digo esto? Porque una vez juegas, no puedes parar. Si quieres hacer algo en los próximos días, no te acerques a este juego. Acercarse significa quedarse enganchado durante horas, viendo como tus enemigos muerden el polvo. 

Por no hablar de los vicios a este juego con amigos. Los piques son legendarios. Y cuando digo legendarios, digo que en incontables ocasiones hemos acabado la carrera con una diferencia de 0’02 segundos. Si eso no es legendario, nada lo es. 

Pero no solo es viciante este juego, pues los gráficos son buenísimos, la banda sonora muy pegadiza, el control de los karts es una delicia, y ofrece una buena variedad en sus modos de juego. Además de viciante, es casi perfecto en todos los apartados. Por tener tiene hasta una historia simpática. 

Solo decir que este juego es uno al que más horas he dedicado, y eso que su modo principal tampoco es muy largo.


1. Burnout 3: Takedown


Puede que haya dicho que Burnout Revenge es la culminación de la saga, pero no por ello quiere decir que es el mejor. Este juego es simplemente, uno de los mejores de la época de 128 bits, así de simple. 

Las carreras eran desde principio a fin tremendamente emocionantes, siendo los reflejos y la habilidad algo importantísimo. Por decir algo, era común pasar de 50 km/h a 280 en menos de un segundo, esquivar al tráfico (ya que si te chocas, pierdes un tiempo valiosísimo, al contrario de la mayoría de juegos de la misma índole), preocuparte por que tus rivales no te peguen, pegarle tú a ellos y además ganar la carrera. Más emociónate, imposible. 

Además de eso, el juego tenía unos temazos importantes (“Time and Time Again”, y “Make the Sound” son solo unos ejemplos), un apartado gráfico brutal y por si fuera poco, larguísimo.
Y lo que marca la diferencia: es muy carismático. Cuando piensas en este juego, piensas en esos Takedowns tan espectaculares, en esas sesiones de furia al volate tan increíbles o en su comentarista, tal vez el mejor de la historia del videojuego. 
 
Burnout 3 no es sólo mi juego favorito de conducción, sino uno de los mejores juegos que he jugado en la vida. Y odio los juegos de coches, lo que le da aún más merito.

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