miércoles, 21 de agosto de 2013

Crítica cinéfila - Batman: Año uno


Grandísima sorpresa me he llevado con esta película. La adaptación del magnífico cómic en el que se basa es prácticamente literal, con todo lo bueno que ello conlleva: grandes personajes, situaciones tensas, historias muy humanas, ambiente logradísimo...

El estilo de animación no es que sea el de la mejor Disney, pero a pesar de todo queda bastante bien. Los diseños están prácticamente calcados del cómic de Frank Miller, lo cual le da un aspecto un poco raro, pero molón. Por desgracia, está todo muy colorido, más al estilo de las series modernas de Batman que al cómic, lo cual no queda del todo mal, pero se hecha un poco de menos la oscuridad reinante de la obra original.


En el apartado sonoro, lo único que no ha sido una transacción casi literal del cómic (por razones obvias), me ha sorprendido muy gratamente. La banda sonora se parece mucho más a la de cualquier película de cine negro que a la compuesta por Hans Zimmer para las películas de Nolan, lo cual es todo un acierto, ya que al tono de la historia le pega mucho más este tipo de música. En el doblaje al español se marcan otro tanto, con Claudio Serrano a la cabeza, siendo sin exagerar, uno de los mejores doblajes que he podido escuchar en animación en los últimos meses. Por lo que he podido saber, el grandísimo Bryan Cranston (Walter White en Breaking Bad) pone la voz de Gordon en la versión original, aunque no lo he podido escuchar para saber que tal está.

Puede parecer que todo es bueno, y precisamente en su mayor acierto está su mayor error: la adaptación del cómic es excesivamente literal. Puede parecer una tontería, pero la visión de una película no tiene para nada el mismo ritmo que tiene la lectura de un cómic. Cuando en el cómic puedes deleitarte todo el tiempo que consideres necesario con los excelentes dibujos de las expresiones faciales de Gordon y Bruce Wayne, en la película no es más que un plano que dura más de 2 segundos. Y ojo, que tiempo tenian, pues el metraje dura poco más de 60 minutos. La mayoría de las conversaciones has sido llevadas tal cual, y aunque la mayoría quedan de maravilla, unas pocas quedan insulsas, sin dinamismo y sin sentido.


A pesar de todo, estos fallos que le veo son menores. Batman: Año uno se trata de una gran película, tanto para los amantes del hombre murciélago, como para los amantes del cine negro. Si encima eres amante de los dos... peliculón asegurado.

Nota: 7'4/10


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