God of War es uno de los mejores ejemplos de lo peor cara de la industria del entretenimiento: a los nuevos no se les hace caso, pero si de repente algo suyo tiene éxito, todos le copian. God of War no inventó el sistema de combos, los Quick Time Events ni los fatalitys, pero si fue el primero en mezclarlo.
A partir del descomunal éxito tanto de ventas como de crítica, salieron multitud de copias: Dante's Inferno, Hunted, Castlevania: Lords of Shadow, Heavenly Sword... tantos, que hasta me ha dado pereza jugar a la mayoría. God of War solo hay uno (con eso quiero decir que soy un gran detractor de sus secuelas, por mucho que me las haya jugado y disfrutado), y es maravilloso.
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