miércoles, 14 de octubre de 2015

Crítica de serie - Continuum


La premisa de Continuum no podía ser más interesante: un futuro distópico donde las corporaciones han logrado control total sobre la población, en gran parte porque los gobiernos rescataron a las grandes empresas en su día. A unos revolucionarios encarcelados del futuro no se les ocurre otra cosa que retroceder al 2012 para solucionar el problema de raíz, pero por accidente se cuela en el viaje una de las policías que les apresó.

Los primeros 10 minutos del piloto son muy interesantes, mostrando un futuro muy interesante y con unos efectos especiales muy sorprendentes para ser televisión. Pero claro, eso era muy caro, por lo que emplazaron la acción en la actualidad. Para mi sorpresa, resultó ser igual de interesante.

Una de las cosas que mejor hace Continuum es lo consciente que es de sus limitaciones, ya que casi nunca promete más de lo que ofrece. Por ejemplo, la protagonista lleva un traje del futuro que le permite entre otras cosas volverle invisible, y en lugar de dotarle de articulaciones raras y pantallitas a lo Minority Report, simplemente le ponen un traje de cuero que brilla de vez en cuando. Y para qué negarlo, realza su ya de por sí atractivo cuerpo lleno de curvas. Puede ser algo cutre dicho así de primeras, pero encaja de perlas en el estilo directo y realista en la que están rodadas las escenas de acción.


A pesar de su enrevesada historia llena de paradojas temporales, la realidad es que Continuum es una serie de hostias como panes, donde cualquier excusa vale para dejar bien claro que Rachel Nichols no utiliza dobles de acción. Se agradece que hayan tiroteos muy largos donde los pistoleros no salgan de sus coberturas, los protagonistas no sean inmunes al dolor y tienen errores a la hora de planear sus estrategias. Aunque si que es cierto que en ocasiones abusan de la excusa de "ese disparo no le ha hecho nada, llevaba chaleco antibalas", por lo general todas las escenas de acción (que son muchas) son siempre creíbles.

No es que tenga un guión muy complejo en sus primeros compases, pero los personajes son todos muy carismáticos y se complementan muy bien entre si. A partir de su tercera temporada la cosa se enreda un poco más, y sorprende lo bien que está llevado todo lo referente a los efectos mariposa entre tanto viaje temporal.


Hasta ahora solo he dicho cosas buenas, pero la serie tiene un problemilla: roza lo incrédulo en muchísimas ocasiones, sobre todo en lo referente a los asuntos informáticos. No llega al extremo de CSI y su "aporreo el teclado para lograr un zoom donde vemos a 1080p los átomos de esta foto de la época colonial", pero si que se abusa del recurso de que tienen como protagonista a un genio tecnológico. Y es una pena, ya que si le hubieran dotado a la serie un transfondo más propio de la ciencia ficción pura y dura, hubiera ganado enteros.

Es curioso, porque en ningún tramo de sus 4 temporadas he pensado que fuera una gran serie, pero esperaba con ansia cada nuevo capítulo. Sus guionistas han logrado que me preocupe por sus personajes, que empatice con las creencias de Liber8 y no he podido evitar emocionarme con su final. Continuum no será excelente en nada, pero le guardaré un cariño especial para siempre.

Nota: 7'5/10


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