jueves, 13 de marzo de 2014

Crítica de serie - True Detective


True Detective no inventa nada: dos policías siguen un caso sobre asesinatos en serie y se obsesionan con dar caza a los culpables. En esta serie el argumento no importa, a pesar de ser interesante. Lo importante son los personajes, como evolucionan, como su relación les hace cambiar y como usan la investigación para escapar de lo que de verdad les atormenta.

Los protagonistas son de sobra conocidos para los cinéfilos: Woody Harrelson como Marty, Matthew McConaughey (reciente ganador del Oscar, en parte gracias a la popularidad que le ha dado esta serie) como Rust y con menor protagonismo, Michelle Monaghan como Maggie (hay que ver lo bien que se conserva la jodía). Los tres están geniales, haciendo indiscutiblemente sus mejores papeles hasta el momento, en especial McConaughey (también es verdad que su personaje es mucho más interesante).


Como he dicho antes, el argumento tiene poco protagonismo, pero eso no hace que el guión carezca de importancia, todo lo contrario, es más importante, ya que los personajes deben estar bien construidos porque todo el peso de la serie recae sobre ellos. Para nuestra fortuna, los personajes tienen una construcción impecable, siendo todas sus acciones coherentes con lo que nos van mostrando sobre ellos. Además, son muy carismáticos, algo extremadamente importante y que no siempre que consigue.

A pesar de que la labor actoral y de guión es sobresaliente, sin duda, lo mejor de la serie es su dirección. El director de la serie es un tal Cary Joji Fukunaga, director que ya logró llamar la atención hace unos años en el cine con Jane Eyre, y tiene en preparación la nueva adaptación de IT. No he visto ninguno de sus trabajos anteriores, pero tras ver su labor en True Detective, no puedo hacer otra cosa que deshacerme en halagos: consigue que sintamos incomodidad, le da un toque de misticismo muy malrollero a esos pueblecitos de río en Louisiana y logra un tono muy oscuro sin recurrir a melodías opresoras ni escenarios poco iluminados. Por lo que he podido leer en algún sitio, algunos llaman a este tipo de ambientación "gótico sureño", y me parece muy adecuado para definir el ambiente de la serie.

El famoso plano secuencia es una buena muestra de la maestría de su dirección.

Pero claro, no todo es perfecto. La serie se compone de 8 capítulos, siendo los 7 primeros muy intensos, y por lo que supone, el último debe ser el más intenso de todos. Por desgracia, no es así. (Spoilers en el reso del párrafo) Primer fallo: darle protagonismo al psicópata que están a punto de dar caza. Si, está bien que nos muestren el ambiente en el que se mueve, pero tiene muchos minutos para la importancia que tendrá después. Segundo fallo: la escena donde persiguen a dicho psicópata. Se hace larga, la música da la sensación de que va ha haber mucha más acción de la que realmente hay y esas voces que oye Rust son demasiado fantasiosas. Tercer fallo, y éste es de la serie en general: el caso y su resolución tiene muy poca importancia al final, pero a pesar de ello, los primeros capítulos tienen un bombardeo de información importante. Dicho en otras palabras: no es coherente respecto a lo que nos muestran al principio y lo que nos muestran al final, por no hablar de que la narración en pasado es mucho más interesante que la más tradicional que tiene al final (fin de spoilers)

Es una pena, porque de no tener estos fallos que describo en el anterior párrafo (y que mucha gente ha visto incluso como un acierto, ojo), calificaría a True Detective como una de las mejores series que he visto nunca. Es más, lo es, pero en sus primeros capítulos podría haber entrado sin ningún problema en el top-5, y ahora que ha terminado, puede que tenga problemas para entrar en el top-20. Sea como sea, estoy deseando que pasen unos meses, olvidarla un poco y volver a verla, aunque simplemente sea para disfrutar de esos geniales créditos iniciales.

Nota: 8/10


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